La limpieza afecta a nuestro estado de ánimo y por supuesto directamente a nuestras decisiones de compra.
Hoy en día nos movemos por emociones, sentimientos y cualquier escenario directa o indirectamente nos provoca un estado de ánimo favorable y positivo o justo todo lo contrario.
El desorden, los olores, una estética poco agraciada visualmente de nuestro entorno habitual nos puede provocar un desanimo importante y cambiar nuestra actitud frente a situaciones cotidianas de nuestra vida laboral y personal que de otra manera afrontaríamos de una manera bien distinta.
Cuántas veces hemos ido a aparcar a un parking público donde el suelo estaba sucio, pringoso, lleno de restos de aceites, chicles negros pegados y otros elementos orgánicos y se te han quedado pocas o nulas ganas de querer volver.
El desorden, los olores, una estética poco agraciada visualmente de nuestro entorno habitual nos puede provocar un desanimo importante y cambiar nuestra actitud frente a situaciones cotidianas de nuestra vida laboral y personal que de otra manera afrontaríamos de una manera bien distinta.
Cuántas veces hemos ido a aparcar a un parking público donde el suelo estaba sucio, pringoso, lleno de restos de aceites, chicles negros pegados y otros elementos orgánicos y se te han quedado pocas o nulas ganas de querer volver.
Y por el contrario has ido a un parking de un centro comercial donde la luminosidad casi te cegaba de sus paredes pintadas de blanco al estilo de las enjabelgadas de cal de nuestros pueblos de nuestros mayores, con sus plazas debidamente señalizadas con sus rectas líneas divisorias y sus calles con su correspondiente color rosado burdeos facilitándote los accesos y salidas del recito. Nuestra respuesta anímica en esta caso es bien distinta al ejemplo anterior evidentemente.
Evidentemente las emociones que uno y otro nos producen son como el día y la noche totalmente opuestas y eso nos hace instintivamente sentirnos mejor o menos bien en nuestro estado de ánimo.
Pero en un entorno laboral donde el desorden, la anarquía, la suciedad y hasta los malos olores permanentes sean inquilinos habituales no ayudan para nada para sentirse uno bien y a gusto y feliz y mucho menos para la productividad de ese empleado.
Y en casa ocurre lo mismo, esos días cuando uno por motivos varios no está al 100% y puede encontrarse de bajón, triste, apático, su entorno parece solidarizarse con uno mismo y contagiarse también y cuando éste se acaba instalando con nosotros la limpieza se apresura a huir, salta y escapa velozmente por la ventana.
La limpieza se puede ver, se nota, se huele, se siente, te llena, te hace sentirte feliz y cuando escasea te afecta lo creas o no a tu estado de ánimo.
La limpieza afecta a nuestras decisiones de compra como consumidores.
Aunque también existe el caso contrario y se puede dar de que en momentos de bajón tirar de VISA y realizar una visita inesperada a centros comerciales para saciar nuestro mas feroz apetito de comprador impulsivo puede hacernos evadirnos de una realidad que no aceptamos o simplemente de un mal día o una situación puntual.
Pero mayormente cuando uno se encuentra bien y su entorno es favorable ( y los medios económicos lo permiten ) se convierte en un potencial comprador para las marcas. Estas lo saben y estudian hasta el mas mínimo detalle para que cuando accedas a sus tiendas, desde la iluminación, la música, la limpieza, la temperatura, los olores, los productos debidamente y estratégicamente colocados estén todos perfectos para que sin hablar nos digan: "cómprame" .
Pero si os dais cuenta el factor limpieza se cuela y está siempre bien presente en todos esos elementos de marketing.
¿Comerías con tu familia en un restaurante donde los servicios fueran un embalse de agua por todos lados, papeleras abarrotadas, papeles por los suelos, malos olores, etc?
¿Te comprarías un apartamento en una urbanización donde el jardín fuese un desastre de falta de higiene y limpieza, todo manga por hombro?
¿Te imaginas ir con tu niño a una peluquería donde no recogieran los restos de cabellos cortados de los anteriores clientes ? ¿verdad que no?
Que no falta nunca la limpieza en tu entorno.
A. Cutillas Albacete